lunes, 30 de junio de 2008

Martes 1 de Julio de 2008

Sigue siendo el deseo de crear belleza, el impulso que informa la obra de Ferrandiz Esteve.Su gran sentido de la estética encuentra en el óleo la expresión más refinada. Al servicio de ella, su técnica excelente crea cuerpos casi reales, ropas que se pliegan con una exacta autenticidad, y objetos inanimados en los que cada centímetro de su entorno se llenan de vida , rincones de junto al siempre presente mediterráneo ,que no parecen estar en un cuadro, sino más bien, ser la realidad misma.Este pintor, exquisito y sensual, pero de mirada tranquila, aprovecha todas las posibilidades de su cromatismo pictórico, para captar la belleza, sutil, íntima, de seres, objetos y paisajes (en su mayoría como referente el mar mediterráneo, partícipe este de forma casual o plena en toda su obra ), instantes que parecen quedar escondidos a las miradas corrientes, demasiado bruscas y precipitadas.Él, en cambio, se recrea en los volúmenes de los desnudos y en el cálido encanto de la piel tersa y sus figuras parecen haber sido sorprendidas en la intimidad de un ensueño, inconscientes de su propia desnudez. Él busca un objeto, casi olvidado, y los traslada a un rincón donde crea una escena con ellos ,parece querer contar su historia, nada es fortuito, nada esta dejado al azar, cada luz, destello sobre el agua, cada brizna de hierba en sus paisajes queda reflejado en perfecta comunión con sus objetos.Intenta Ferrandiz Esteve hacer más vivos a los seres y a las cosas, seleccionándolos, integrándolos en un entorno casi creado para ellos, y así podamos tomar conciencia de cómo son , telas suaves; frutos y objetos que, en un rincón cualquiera, esperan nuestra mirada; paisajes cuya vida se detiene en un momento de quietud, para recordarnos donde reside su belleza.Todo es paz, armonía, belleza delicada y silencio. Porque en los oleos de Ferrandiz Esteve puede percibirse un silencio interior: el que se produce cuando volvemos la espalda a la realidad ruidosa de nuestra vida y nos adentramos en la recogida intimidad de las cosas sencillas, de los seres, cuya belleza permanece en una actitud más allá del tiempo.

Ana Isabel Martinez Moran ( Licenciada en Bellas Artes)

1 comentario:

David Sagasta dijo...

¡Hola chaval! ¿Cómo vas?, yo, ya ves...tirando de cámara a todo lo que se mueve, jajaajaa!!


No estoy en otra cosa...bueno, sí...cultivando también un poco el amor...eso es importante ;)

Un abrazo y dale a los pinceles, que eres un monstruo tío!!